FIesta de San Miguel Arcángel, Totonicapán

Por Marielos Amézquita

A 203 kilómetros de la ciudad capital de Guatemala, se encuentra el departamento de Totonicapán, ubicado al occidente del país y con una altura de 4296 kilómetros al nivel del mar.

Con una clima frío que penetra los huesos de sus habitantes y la llovizna poco perceptible por todos llamada "de celofán" se celebra en el mes de septiembre una de las ferias más grandes a nivel nacional.

Se trata de la feria en honor a San Miguel Arcángel, comprendida oficialmente entre el 24 y 30 de septiembre, sin embargo a partir del 18 del mismo mes ya se observa movimiento en el escenario internacional de las doce sociedades, en donde se lleva a cabo el concierto católico organizado por la Patroral Juvenil de dicha localidad.

Frente al escenario se encuentra la Co-Catedral de San Miguel Arcángel construida durante la tendencia barroca en el año de 1545, declarada a finales del siglo XX como Patrimonio Cultural de la Nación, actualmente se encuentra bajo la administración de los padres de la orden Agustinos Recoletos. En su interior resguarda la bella imagen del Patrón de los totonicapenses, San Miguel Arcángel.

Se desconoce la fecha en que fue tallada tan bella imagen, sin embargo algunas leyendas narran que fue traída a Totonicapán en 1544 por la orden franciscana y aceptada por los habitantes de esta población. Esto fue determinante, ya que a partir de esta aceptación se construye la Iglesia, esta construcción fue poco común a la de otros lugares, ya que la Iglesia no estaría frente al ayuntamiento  que en aquel entonces reflejaba la unión del estado-iglesia.

La veneración de tan bella imagen inicia el 18 de septiembre, en donde es descendido al Altar Mayor para la veneración pública, la novena es comprendida del 20 al 28 de septiembre y finalmente la procesión y día principal es el 29 de septiembre; en donde San Miguel es recibido por la s calles de Totonicapán con una cantidad impresionante de cohetes, pétalos de rosa, dinero, confeti y oraciones de los propios y extraños que lo veneran.